enero 14, 2014

Una Religión llamada Umbanda (1º parte)

Los primeros esclavos que llegaron a Brasil, provenían de la región portuguesa de Guinea y se distribuyeron en todas las áreas de los cañaverales de Bahía y Pernambuco, además de otros estados. También fueron utilizados en los cultivos de caña de azúcar cautivos de lengua bantú, originarios de Angola y Congo. En cuanto a la zona minera fue mayor la influencia de los negros de la Costa de Mina, los Nagôs, los Jêjes y otros. 

Estos negros trajeron consigo un gran bagaje místico, diversificado en varias tendencias. Nina Rodrigues dice sin embargo, que los cultos que se asentaron y organizaron en estos lugares, tuvieron como modelo principal de religión, al Nagô. La inaccesibilidad del mensaje católico hizo que se aferraran a sus orígenes religiosos. La exclusividad del culto Nagô, afirmado por Nina Rodrigues, sufre limitaciones por parte de otros autores, debido a la falta de comprobación de la preexistencia, incluso hasta el día de hoy, de los elementos religiosos de otras raíces, como por ejemplo, de Congo y Angola.

Por otro lado, se ha venido produciendo desde el final del tráfico de esclavos, un marcado proceso de nacionalización de los cultos. La introducción gradual de nuevos estereotipos contribuye cada vez más a la diversificación en varias cofradías, y estas en varios subtipos. Edson Carneiro tiene una perspectiva específica sobre el tema. Para él, mantener la diversificación de las religiones de los negros fue alentado por ciertas autoridades del siglo XIX basándose en que la desunión entre los negros, era la diferencia religiosa, y unirlos en esta dirección sería fortalecerlos.

La ubicación original de los esclavos en Brasil sufrió modificaciones a fuerza del desarrollo histórico, económico y político de aquel entonces. Factores tales como la guerra contra los holandeses, los quilombos, las insurrecciones de los negros y las revoluciones por la independencia, provocaron una enorme dispersión y difusión de la cultura de los negros. Los ciclos económicos, principalmente exigiendo más “brazos” para nuevas regiones, permitió el intercambio lingüístico, sexual y religioso entre los esclavos (africanos) y los nativos (aborígenes brasileiros). Pero para Nina Rodrigues, se impuso la religión Nagô (la cultura Yoruba) como estándar por otras religiones afro-brasileras. Esto se puede diferenciar en función del mayor o menor grado de absorción de los elementos nacionales (sincretismo cultural y religioso).

La predominancia de la contribución Nagô, según Nina Rodrigues, difiere de su posición social originaria en África, y su constitución en Brasil, como una especie de élite que se impuso. Su primera ubicación en Bahía y Pernambuco causo que estas regiones se convirtieran en centros de irradiación del modelo Nagô para el Nordeste y Centro-Sur del país. Sin embargo, el contexto social, geográfico y económico de Minas, Río de Janeiro y São Paulo puso atascos en la imposición del modelo Nagô; por otra parte, estas regiones recibieron negros de Angola, Congo, Mozambique, Cabinda, etc. de culturabantú” con lengua y dialectos “quimbundo”, que difieren de la cultura “Nagô”, tanto en relación con las deidades (“Inkices”, similares a los Orixás), como en el culto a los antepasados (no utilizados dentro de la cultura Nagô), que influyeron en gran medida en la formación y creación de la Umbanda. 

La masa esclava de estos centros vinculada a formas de expresión religiosa "aumentó en la región durante más de cien años". Es importante señalar que Edson Carneiro dice: "Una cosa que vale la pena mencionar y comprobar es que todos o casi todos los cultos funcionaban dentro del casco urbano, con pequeñas y raras excepciones en el contexto rural. Esto se debe a que, en el marco rural, el esclavo no podía mantener el culto organizado. Para lograrlo, ellos necesitaban dinero y libertad, que sólo tendrían en los centros urbanos”. Es así como fundaron en la primera mitad del siglo XVIII las Hermandades del Rosario y San Benito, bajo la guía de sus maestros. Enfrentando un período de represión que duró hasta 1822, cuando ocurre la fundación del Candomblé de Engenho Velho en Bahía (1830), siendo este el inicio del culto organizado.

Como se mencionó anteriormente, varios factores se interpusieron para la fijación del modelo Nagô en la región que comprende Río de Janeiro y São Paulo. A poco del inicio, esta región recibió más africanos de Angola y Congo, de habla bantú. Los primeros cultos comenzaron a difundirse alrededor de 1763. Con la denominación de “macumba”, experimentaron cierto periodo de esplendor que luego se apago en el inicio del siglo 20. Debilitándose con las concesiones hechas a las tradiciones culturales de Angola. Así comenzó la adopción de danzas semi-religiosas (gongo y caxaruin) y el culto a los muertos.

Hasta la próxima, axé de Xangô a todos y todas.

Modúpé lówó àwonòrìsà mi bùnkún fun áwa ati àlàáfià.
Káwó kábíyèsí lè Obakòsó Sàngó Aganjú !!!

Pai Fabio de Sàngó Aganjú
Ilê Aláyéluwa Sàngó - C.E.U. Pai Xangô 7 Pedreiras

Diferentes en la vida, los hombres son semejantes en la muerte.
Lao - tsé (570 a.C. - 490 a.C.) Filósofo chino

Datos de la publicación:
Autor: Etiene Sales
Traducción: Pai Fabio de Sàngó Aganjú
Fuente: Libro “Rituais Negros e Caboclos”; Nivio Ramos Sales.
Imagen: Lady Gaia by Liiga Smilshkalne