Para Edson
Carneiro hay una diferencia básica entre Umbanda y
Macumba, aunque ambas sobreviven
una al lado de la otra. "Las fraternidades,
llamadas en un inicio macumbas, comprendían el lenguaje mágico de los tambores y la posesión de la divinidad de acuerdo con el modelo original, por esto se vieron expulsados
del perímetro urbano carioca; por el
contrario, las sucesoras o aquellas que se
adaptaban a las nuevas exigencias policiales, pasaron a llamarse “Umbanda”,
suprimiendo los tambores y moderando la posesión”.
El primer Congreso Umbandista, se
realizó en Río de Janeiro en 1941,
con el objetivo de estructurar una práctica
religiosa, la que ya se venía realizando desde hacía más
de treinta años, pero desordenadamente.
En ella fueron delimitados los elementos de cuyo sincretismo
surgió la Umbanda en sus diversas presentaciones; dado que no había unidad doctrinaria y
ritual, justamente el propósito de los
organizadores de aquel “simposio umbandista”, era intentar tal unificación de
criterios para el mayor fortalecimiento de la religión. (Pero esto no funcionó, porque en realidad no se discutía la visión general de la religión como un todo, sino que
se trataba de imponer verdades, ritos, formas
y dogmas, según la propia manera de cada quien. A pesar de esto, la gran contribución
fue la formación de más Asociaciones y
Federaciones con el fin de proteger
los trabajos y la identidad de lo que
practicaban).
Actualmente la Umbanda surge como en un fenómeno
social de gran importancia, dado su creciente predominio... Ya se cuenta
actualmente en con cientos de terreiros, ilês, templos y seguidores, lo que la
coloca en la posición de “religión”, prevista por los estudiosos como la que
deberá predominar en unos pocos años.
A pesar de la tradición africana, la Umbanda puede considerarse esencialmente
brasilera. Los santos de adaptan al entorno y se utiliza un lenguaje sencillo y
comprensible, mientras que los cultos originarios africanos pueden servir de
modelo en lo que se refiere a la comunicación. Dicha
adaptación explica el éxito de
la Umbanda. Además de esto, el crecimiento
de la Umbanda se debe, principalmente, a satisfacer las necesidades populares de las
clases más bajas y necesitadas de la sociedad brasilera, que encontraron en esta religión, una identificación inmediata.
(Cabe aclarar una salvedad, ya que
además de las clases más bajas, la clase media y clase media alta también
están representadas en diferentes segmentos).
Para que este fenómeno cultural y religioso tenga
lugar, contribuyen bastante:
a) El ritual, simple y directo. El médium adopta la
vestimenta en una igualdad de
condiciones con el ambiente (el ritual
de Umbanda puede
ser más simple, más complejo o
incluso inexistente, todo depende de la
formación, de la ramificación y
sus prácticas).
b) Comunicación directa. El creyente habla directamente
con la “entidad”, a través de su “cavalo”, sin mayores problemas y con una gran sencillez; el piadoso trata sus asuntos de una forma espontánea y clara, en un
lenguaje de fácil comprensión (el cual también es
variable conforme la ramificación de la Umbanda que se esté
practicando).
c) La inmediatez. La capacidad de resolver sus problemas en el corto plazo.
d) El sincretismo religioso. Lo que contribuye positivamente a aumentar el número de seguidores al culto
umbandista. A través de caboclos, Pretos Velhos y exús, se observa una integración de
las religiones, cuyos resultados podrán ser benéficos para los que buscan a la Umbanda como un cordón
extensivo de la religión católica, a la que todavía respetan,
a la que aún le creen, pero de la que se distancian cada
vez más (al igual que aquellos
que practican el espiritismo, que
se sienten atrapados por un modo artificial
y intelectualizado, encuentran en la Umbanda un
lenguaje más sencillo y humilde).
e) La mística,
extremadamente simple y de poesía sencilla,
alcanza directamente los sentimientos del pueblo (en
lugar de una mística más compleja involucrando una serie de elementos teosóficos y cabalístico altamente elaborados).
f) Los instrumentos son de percusión y el ritmo
vibrante marca todo el culto (el que varía en función del origen de la rama, ya que no todos adoptan el uso
de instrumentos de percusión).
g) La facilidad de entrar en
contacto con la religión, para hacer la ceremonia
religiosa.
Frei Boaventura da su posición católica con referencia a la Umbanda
afirmando que "es el movimiento religioso
más popular, junto con el pentecostalismo,
especialmente entre la gran masa suburbana,
y que empieza a penetrar en las
zonas rurales y también afecta a las
poblaciones de origen europeo. Se
podría decir que la mayoría de los
concurrentes (y dirigentes) son de raza blanca, incluso de las clases sociales
más privilegiadas."
Para él, la impresión de "estar
frente a un fenómeno de erupción violenta de religiosidad insatisfecha con las formas religiosas oficiales
y rígidas, excesivamente
controladas y frías, demasiado complejas e intelectualizadas, que
no dan suficiente atención a las tendencias
y demandas profundas de las peculiares
formas culturales de un determinado
pueblo, impiden la manifestación espontánea del alma popular religiosa”.
La Umbanda, continua
Frei
Boaventura, "da la impresión de ser una protesta popular contra todas las formas importadas e insuficientemente adaptadas de religión". (...) “Debemos intentar valorizar
positivamente los ritos, usos
y costumbres de la religión
umbandista en Brasil, ya que se puede afirmar que la presencia
de la Umbanda en Brasil es la presencia de la África Negra en
Brasil ".
Para aquel fraile, "El hombre negro es esencialmente religioso, cultural, simbólico, mítico,
ritualista, celebrante, vital, sapiencial, contemplativo, social y comunitario (esta
posición frente a la vida, fue lo que le dio apoyo
frente a la esclavitud, la humillación,
al ser tratado como una “cosa sin alma,
sin religión”; y también como una forma de preservar su cultura, sin
la cual el negro no habría sobrevivido); en este
fenómeno general, el negro africano tubo la preocupación continúa de ponerse en contacto permanente con el mundo del más allá (el astral, Orun),
lo que lo convierte en un ser estructuralmente
religioso; por eso, su cristianización
para ser auténtica debe partir
esencialmente de este supuesto básico (al contrario de
lo que se piensa, el negro no cedió al cristianismo católico, si lo absorbió haciendo que
coexista armoniosamente con los Orixás y los antepasados
de África. No hubo una aculturación del negro
a la cultura del blanco, si una adaptación de las necesidades religiosas
africanas a la religiosidad impuesta por el blanco.
Para finalizar, dice que "Tenemos
que descubrir con alegría y respeto las simientes ocultas del Verbo en las culturas africanas.
Con todo, la Umbanda no es una tradición africana y si un
curioso sincretismo de elementos africanos, amerindios, espiritas, católicos… “(Así
como en las religiones más importantes
también existe un sincretismo
variado y diverso dentro de luchas culturales y apropiaciones
históricas, en la Umbanda no podría ser diferente).
Anterior: Una Religión llamada Umbanda (2º parte)
Hasta la
próxima, axé de Xangô a todos y todas.
Modúpé
lówó àwonòrìsà mi bùnkún fun áwa ati àlàáfià.
Káwó
kábíyèsí lè Obakòsó Sàngó Aganjú !!!
Pai Fabio de Sàngó Aganjú
Ilê Aláyéluwa Sàngó - C.E.U. Pai Xangô 7
Pedreiras
¿Por qué aguardas con impaciencia
las cosas? Si son inútiles para tu vida, inútil es también aguardarlas. Si son
necesarias, ellas vendrán y vendrán a tiempo.
Amado Nervo (1870-1919) Escritor mexicano.
Datos de la publicación:
Autor: Etiene Sales
Traducción: Pai Fabio de Sàngó Aganjú
Fuente: Libro “Rituais Negros e
Caboclos”; Nivio Ramos Sales.
Imagen: Unicorn & Pegasus by Rowena Morrill