febrero 25, 2014

El Nacimiento de la Umbanda



Zélio Fernandino de Moraes
A finales de 1908, Zélio Fernandino de Moraes, un joven de 17 años de edad, quien se preparaba para unirse a la carrera militar en la Marina, comenzó a sufrir de extraños "ataques". Su familia, conocida y tradicional de la ciudad de Neves, estado de Río de Janeiro, Brasil, fue sorprendida por los acontecimientos.

Estos "ataques" del joven, se caracterizaron por semejar “posturas corpóreas de un viejo, hablando cosas sin sentido e inconexas, como si se tratara de alguien que había vivido en otra época”; en otras ocasiones, asumía una forma extraña que se parecía a ungato enérgico que dejaba ver que sabía muchas cosas de la naturaleza”.

Después de examinarlo durante varios días, el médico de la familia (que era el tío del paciente) recomendó que lo mejor fuera llevarlo a un sacerdote, dijo que la locura del chico no encajaba en nada de lo que había conocido y se había convencido que el muchacho estaba poseído. Alguien de la familia sugirió que "eso era cosa del espiritismo" y que lo mejor era llevarlo a la Federación Espírita de Niterói, presidida en aquella época por José de Sousa. El 15 de noviembre, el joven Zélio fue invitado a asistir a la sesión, tomando un lugar en la mesa.

Poseso por una extraña fuerza ajena a su voluntad y en contra de las normas que impedían el alejamiento de cualquiera de los componentes de la mesa, Zélio se puso de pie y dijo:      -“Aquí falta una flor", saliendo de la habitación, fue hacia el jardín y regreso después con una rosa blanca que puso sobre la mesa. Esta actitud provocó un gran revuelo entre los presentes que, momentos más tarde, una vez restablecidos a los trabajos espíritas, se manifestaron en los medios kardecistas, espíritus que decían ser esclavos negros e indios.

El director del centro espírita, Jose de Sousa, quien también poseía el don de la clarividencia, encontró todo aquello absurdo, pero también verificó la presencia de un espíritu manifestándose a través de Zélio, iniciando un dialogo en el que pretendía reprender aquella situación, citando suatraso espiritual" e invitándolos a retirarse; pero el espíritu manifestado dice: 

-"Porque repelen la presencia de estos espíritus, si ni siquiera se dignan a escuchar sus mensajes. ¿Será por causa de su origen social y el color de su piel?" A lo que siguió un acalorado diálogo, y los responsables de la sesión intentaron aleccionar y apartar al espíritu desconocido que desarrollaba un argumento sólido. 

A lo que responde el Sr, Jose de Sousa: -"¿Por qué el hermano habla en estos términos, pretendiendo que la dirección acepte la manifestación de espíritus que, por el grado de cultura que tuvieran cuando encarnados, están claramente atrasados? 

Contesta nuevamente el espíritu: -“Si juzgan atrasados a los espíritus de pretos e indios; debo decir que mañana (16 de noviembre) estaré en la casa de este médium a las 20 horas, para dar inicio a un culto en el que estos pretos e indios podrán dar sus mensajes y, así, cumplir la misión que el Plano Espiritual les confió. Será una religión que hablará a los humildes, simbolizando la igualdad que debe existir entre todos los hermanos, encarnados y desencarnados”.

Continuando con la discusión, el dirigente pregunta: -” ¿Quién es usted que ocupa el cuerpo de este joven?” 

Responde entonces: -“Yo?, Soy apenas un caboclo brasileiro.”

A lo que Jose de Sousa, viendo resquicios de vestimentas clericales, inquiere: -”Usted se identifica como un caboclo brasilero, pero percibo rastros de ropas clericales.”

El espíritu explica entonces: - Lo que ustedes ven en mi, son restos de una existencia anterior. Fui padre y mi nombre era Gabriel Malagrida, acusado de brujería fui sacrificado en la hoguera de la inquisición por haber previsto el terremoto que destruyó Lisboa en 1755, pero en mi última existencia física, Dios me concedió el privilegio de nacer como caboclo brasilero.” 

-“Y cuál es su nombre?” pregunto el dirigente 

A lo que el espíritu a través de Zélio respondió: -“Si quieren un nombre que sea este: soy el Caboclo das Sete Encruzilhadas, porque para mí no habrá caminos cerrados. Vengo a traer a todos la Umbanda, una religión que armonizará a las familias y que habrá de perdurar en el tiempo, hasta el final de los siglos.”

En la continuidad de la conversación, el Sr. Jose de Sousa, le pregunta si no cree que ya existan religiones suficientes, incluyendo entre ellas al espiritismo, a lo que responde el espíritu: - “Dios en su infinita bondad, estableció en la muerte, el gran nivelador universal, rico o pobre, poderoso o humilde, todos se volverán iguales en la muerte; pero ustedes, hombres prejuiciosos, no contentos con establecer diferencias entre los vivos, intentan llevar estas mismas diferencias hasta más allá de la barrera de la muerte. ¿Por qué no pueden visitarnos esos humildes trabajadores del espacio, si a pesar de no haber sido personas socialmente importantes en la Tierra, también traen importantes mensajes del astral? ¿Por qué no aceptan a los caboclos y “Pretos Velhos”? ¿Acaso no fueron ellos también hijos del mismo Dios? Mañana habrá en la casa de este médium, una mesa para toda y cualquier entidad que quiera o precise manifestarse, independientemente de aquello que haya sido en su vida pasada, todo serán oídos, aprenderemos con aquellos espíritus que supiesen más que nosotros y enseñaremos a aquellos que supieren menos; a nadie le daremos la espalda, a nadie le diremos “no”, porque esta es la bondad de nuestro padre.”

El dirigente preguntó con ironía: -“¿Cree el hermano a alguien asistirá a ese culto?”

Entonces respondió el espíritu ya identificado: -“Cada colina de Niteroi actuará como un portavoz, anunciando el culto que mañana iniciaré.

Al día siguiente, en la casa de la familia Moraes, que se ubicaba en la calle Floriano Peixoto Nº 30 de São Gonçalo, cerca de las 20:00 hs, ya estaban reunidos los miembros de la Federación Espírita para comprobar la veracidad de lo que había dicho el día anterior; también estaban los parientes más próximos de Zélio, amigos, vecinos y, fuera de la casa un multitud de desconocidos.

A las 20:00 hs exactamente, se manifestó el Caboclo das Sete Encruzilhadas, e inicio el nuevo culto con las siguiente palabras: -“Aquí inicia un nuevo culto, en el que los espíritus de viejos negros africanos (Pretos Velhos) que fueron traídos aquí como esclavos y que, una vez desencarnados, no encontraron un campo de acción en las restantes sectas de negros, ya engañosas y dirigidas exclusivamente a los trabajos de hechicería, y los indios nativos de nuestra tierra, podrán trabajar a beneficio de sus hermanos encarnados, cualquiera sea el color de su piel, raza, credo o posición social.”

Le preguntaron cuál era el nombre de este nuevo culto, y respondió: -“El nuevo culto tendrá por nombre, Umbanda, que es la manifestación del espíritu para la caridad.”

Y también le consultaron cual sería la base de este nuevo culto, contestando: -“La práctica de la caridad, en el sentido del amor fraterno, será la característica principal de este culto, que tendrá por base o Evangelio de Jesús.” Luego continuó explicando más detalles acerca del nuevo culto, y estableció las normas en las que se procedería; dijo que se llamará “sesiones”, a los períodos de trabajo espiritual, y que éstas serán diarias de las 20:00 a las 22:00 hs; que los participantes estarán, vestidos uniformemente de blanco y la atención será gratuita.

Por último, dijo de la casa de trabajos espirituales que se acababa de fundar: “Nossa Senhora da Piedade” porque “así como María acogió a su hijo en sus brazos, también serian acogidos como hijos todos los que necesitasen de ayuda en las horas e aflicción”.

Dictadas las bases del nuevo culto, y luego de responder en “latín y alemán” las preguntas de los sacerdotes allí presentes, el Caboclo das Sete Encruzilhadas, continuó con la parte practica de los trabajos, y así fue que atendió a una persona que estaba paralitica logrando curarla, para luego atender a otras personas que había en la casa, y realizando las primeras curaciones. Luego de realizar predicciones, pases y doctrinas, informó que debería retirar para dar lugar a una nueva entidad que precisaba manifestarse.

Luego de la “subida” del Caboclo das Sete Encruzilhadas, incorporó a una entidad que parecía un señor de avanzada edad, negro, saliendo de la mesa se dirigió hacia una esquina de la habitación y permaneció agachado; Al preguntarle porque no se sentaba en la mesa, respondió: - "Nêgo num senta não meu sinhô, nêgo fica aqui mesmo. Isso é coisa de sinhô branco e nêgo deve arrespeitá."

Luego de la insistencia de los presentes, dijo: - "Num carece preocupá não. Nêgo fica no toco que é lugá di nego."

Y así continúo hablando, mostrando La simplicidad, humildad y mansedumbre de esa entidad que se identifico como Pai Antônio, La que cautivo a los presentes; una persona en la reunión le pregunto si sentía que le faltaba alguna cosa que hubiera dejado en la tierra a lo que respondió: - "Minha caximba. Nêgo qué o pito que deixou no toco. Manda mureque busca."

Tal afirmación dejo perplejos a los presentes, los cuales estaban presenciando en ese mismo momento, la solicitud del primer elemento de trabajo de la nueva religión. Fue el Pai Antônio quien también solicito una “guía” la cual es usada hasta el día de hoy por los miembros de la casa espirita a la que llaman cariñosamente “Guía de Pai Antònio”.

Al día siguiente, se formo una verdadera romería en la calle Floriano Peixoto; enfermos, ciegos, paralíticos, etc., venían en busca de cura para sus dolencias, y allí encontraban, en nombre de Jesús, médiums cuya manifestación mediúmnica fue considerada locura; dejaron los sanatorios y hospitales y dieron pruebas de sus cualidades excepcionales. A partir de ahí, el Caboclo das Sete Encruzilhadas comenzó a trabajar incesantemente en el esclarecimiento, difusión y sedimentación de la religión Umbanda. Además del Pai Antônio, tenía como auxiliar al Caboclo Malé, una entidad con gran experiencia en el desmanche de trabajos de baja magia.

En 1918, el Caboclo das Sete Encruzilhadas recibió órdenes del astral superior para fundar siete tiendas para expansión de la Umbanda, las que recibieron los siguientes nombres: Tenda Espírita Nossa Senhora da Guía; Tenda Espírita Nossa Senhora da Conceição; Tenda Espírita Santa Bárbara; Tenda Espírita São Pedro; Tenda Espírita Oxalá, Tenda Espírita São Jorge; e Tenda Espírita São Gerônimo.

Mientras Zélio estuvo vivo, fueron creadas más de 10.000 tiendas espiritas a partir de esas siete primeras; hoy en día podríamos decir que existen más de 100.000 centros umbandistas entre Brasil, Uruguay, Argentina y otros países. Más allá de no seguir la carrera militar para la cual se preparaba porque su misión mediúmnica no se lo permitió, Zélio Fernandino de Moraes nunca hizo de la religión su profesión; trabajaba para el sustento de su familia y varias veces contribuyó financieramente para mantener los templos que el Caboclo das Sete Encruzilhadas había fundado, así como también a las personas que se hospedaban en su casa para recibir los tratamientos espirituales que, según lo que decían, parecía un albergue.

Nunca acepto ayuda monetaria de nadie porque era orden de su guía, muy a pesar de las innumerables cantidades de veces que le fuera ofrecido. Ministros, industriales y militares que recurrían al poder mediúmnico de Zélio para la asistencia de sus parientes enfermos, al verlos recuperados buscaban retribuir el beneficio a través de regalos, o entregándole cheques con grandes sumas de dinero, a lo que el Caboclo le ordenaba: - "Não os aceite. Devolva-os!".

El ritual establecido por el caboclo das Sete Encruzilhadas era bien simple, constituía de cantos suaves y armoniosos, vestimenta blanca y prohibición de sacrificio animal; dispensó los tambores y las palmas; los cascos, espadas, tocados y ropa de color no serían aceptados; los baños de hierbas, amacis, la concentración en los ambientes vibratorios de la naturaleza y la enseñanza doctrinaria con base en el Evangelio, constituirían los principales elementos de preparación del médium. En la Tenda Nossa Senhora da Piedade, el ritual siempre fue así de simple; nunca fue permitido el sacrificio de animales, no utilizaban tambores o cualquier otro objeto, estos fueron incluidos y comenzaron a utilizarse con el pasar de los años, en otras tiendas espiritas.

El uso del término espírita en las tiendas umbandistas que fueron fundadas al inicio del culto, tuvo como causa el que en aquel tiempo le fue imposible registrar el nombre de Umbanda; con respecto a los nombres católicos de los mismos, era una manera de establecer un punto de referencia para los fieles católicos que buscaban los servicio de la Umbanda.

Luego de 55 años de actividad al frente de la Tenda Nossa Senhora da Piedade (1º templo de Umbanda), Zélio entregó la dirección de los trabajos a sus hijas Zélia y Zilméa, yéndose a trabajar al lado su esposa Isabel, médium del Caboclo Roxo, en la “Cabana de Pai Antônio”, situada en Boca do Mato, distrito de Cachoeiras de Macacu, Rio de Janeiro, dedicando la mayor parte de las horas del día a la atención de personas con enfermedades psíquicas además de todo aquel que lo buscaba.

En 1971, Lilia Ribeiro, directora de TULEF Tenda de Umbanda Luz, Esperança, Fraternidade (Rio de Janeiro) grabo un mensaje del Caboclo das Sete Encruzilhadas, en el que bien define la humildad y el alto grado de evolución de esta entidad: "La Umbanda ha progresado y progresará, pero es preciso que haya sinceridad y honestidad. Sin embargo, prevengo siempre a los compañeros de muchos años: la vil moneda perjudicará la Umbanda; creará médiums que se venderán y que serán posteriormente expulsados, como Jesús expulsó a los mercaderes del templo. El peligro del médium hombre es la consultante mujer; el de la médium mujer, el consultante hombre. Se debe estar siempre  prevenido, porque los propios espíritus obsesores que buscan atacar nuestras casas, basta que toquen alguna pequeña fibra en el corazón de la mujer que le habla al Pai del templo, como en el corazón del hombre que le habla a la Mãe del templo.

Es necesario que haya mucha moral para que la Umbanda progrese, sea fuerte y adherente. La Umbanda es humildad, amor y caridad, esta es nuestra bandera. En este momento, hermanos míos, me rodean diversos espíritus que trabajan en la Umbanda de Brasil: Caboclos de Oxossi, de Ogum, de Xangô. Yo, soy de la falange de Oxossi, mi Pae, y no de casualidad trae una orden, una misión. Hermanos míos: sean humildes, tengan amor en el corazón, amor de hermano a hermano, porque sus mediunidades serán más puras, sirviendo a los espíritus superiores que lleguen entre ustedes; es preciso que los cuerpos estén limpios, los instrumentos afinados con las virtudes que Jesús pregonó en la Tierra, para que tengamos buenas comunicaciones y protección para aquellos que vienen en busca de socorro a nuestras casas de Umbanda.

Mis hermanos, el cuerpo ya está viejo, con más de 80 años vividos, pero que comenzaron a trabajar antes de los 18. Puedo decir que lo ayude para que no estuviera dando tumbos, para que fuera un médium aprovechable y que por su mediumnidad, yo pudiese plantar nuestra Umbanda. La mayor parte de los que trabajan en la Umbanda, si no pasaron por esta tienda (Tenda Nossa Senhora da Piedade) pasaran por las que nacieron de ella.

Tengo algo que pedirles, si Jesús vino a la Tierra en la humildad de un pesebre, no fue de casualidad. Así lo determinó el padre. Bien podría haber buscado la casa de un potentado de la época, sin embargo escogió aquella en la que vivía quien iba a ser su madre. Este espíritu vino a trazar los pasos de la humanidad para obtener paz, salud y felicidad.

Que el nacimiento de Jesús, la humildad que él trajo a la Tierra, sirvan de ejemplos iluminando vuestros espíritus, quitando la oscuridad y la maldad del pensamiento y la acción; que Dios perdone las maldades que puedan haber sido pensadas para que la paz pueda reinar en vuestros corazones y en vuestros hogares. Cierren los ojos hacia la casa del vecino, cierren la boca para no murmurar contra quien sea; no juzguen si no quieren ser juzgados, crean en Dios y la paz entrara en vuestro hogar.

Yo, mis hermanos, como el menor espíritu que bajo a la Tierra, pero amigo de todos, en una concentración perfecta de compañeros que me rodean en este momento, pido que ellos sientan la necesidad de cada uno de ustedes y que, al salir de este templo de caridad, encuentren los caminos abiertos, vuestros enfermos mejorados y curados, y la salud para siempre en vuestra materia. Como un voto de paz, salud y felicidad, con humildad, amor y caridad, soy y seré siempre el humilde Caboclo das sete Encruzilhadas”.

Zélio Fernandino de Moraes, dedico 66 años de su vida a la Umbanda. Retorno al Plano Espiritual el 3 de octubre de 1975 con la certeza de haber cumplido su misión. Su trabajo y las directrices dejadas por el Caboclo das Sete Encruzilhadas, continúan a través de las hijas de Zélio, Zélia y Zilméa de Moraes, quienes tienen en su corazón un gran amor por la Umbanda.



En este casa, ubicada en la calle Floriano Peixoto, Nº 30, en Neves, Niterói (RJ) se inicio la religión Umbanda, anunciada el día 16 de noviembre de 1908, pelo Caboclo das Sete Encruzilhadas.






Cabaña del Pai Antônio. En este espacio Umbandista, Zélio Fernandino de Moraes daba seguimiento a los trabajos caritativos, a través del iluminado y querido Preto Velho Pai Antônio. Se Localizaba en Boca do Mato, Distrito de Cachoeiras de Macacu (RJ).

 






Zélia y Zilméa de Moraes, las hijas de Zélio Fernandino de Moraes en la “Tenda Espírita Nossa Senhora da Piedade”, localizada en la Rua Teodoro da Silva Nº 997, Rio de Janiero.






Hasta la próxima, axé de Xangô a todos y todas.

Modúpé lówó àwon òrìsà Sàngó. Bùnkún fun áwa ati àlàáfià.
Ago mo júbà Aláyéluwa Sàngó Aganjú. Káwó kábíyèsí  lè !!!
(Estoy agradecido al Orixá Xangô. Bendícenos y danos paz.
Mis respetos rey todopoderoso Xangô Aganjú. Kao Kabecile !!!)

Pai Fabio de Sàngó Aganjú
Ilê Aláyéluwa Sàngó - C.E.U. Pai Xangô 7 Pedreiras

Fe inalterable solo es la que puede encarar la razón, cara a cara, en todas las épocas de la Humanidad.
Allan Kardec (1804-1869) Pedagogo francés, sistematizador del espiritismo

Información de la publicación:

Autor: Pai Fabio de Sàngó Aganjú
Fuente: Tienda Nuestra Señora de la Piedad

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